Mi baúl de viajes

Una cosa que nos ha sorprendido en este viaje por las tres capitales danubianas de Budapest, Bratislava y Viena, nuestro particular Danubiotrip, son los mercadillos navideños que hemos recorrido en muchas plazas.

Además ha dado la casualidad que hemos llegado en el momento en que los estaban montando y muchos de ellos después los hemos visto acabados.

Un ejemplo, es el mercado navideño de Budapest en la plaza de Vörösmarty, cerca del Danubio y donde se emplaza el famoso café Gerbeaud.

Cuando llegamos el lunes 19 de noviembre lo estaban montando, y a nuestra vuelta el sábado 24 estaba a pleno funcionamiento, toda la plaza llena de puestos navideños, la gente atestaba las terrazas, todos comiendo al aire libre,

e incluso habían montado un escenario con un grupillo amenizando la tarde.

No me cansaré de deciros que en Budapest la gente es muy marchosa y siempre están en la calle comiendo y bebiendo, si tuvieran nuestro clima, en fiesta nos ganaban de calle.

Los puestecillos navideños se levantaban al lado de los de comida típica del país, de puestos de salchichas y de dulces, así como de una especie de bizcochos que se hacían a la leña y que se llaman Kürtós Kalács.

Este dulce típico se mezcla al gusto con azúcar, trozos de frutos secos o cacao, y luego se enrrollaban bien calientes en un plástico especial para llevar. Estos rollitos hacían furor entre la gente y se liaban buenas colas para su compra.

                                                                      Kürtós Kalács

En Bratislava también vimos puestecillos en la plaza principal, la del ayuntamiento, con un enorme árbol de navidad.

Viena es el festival de la navidad. La plaza del Ayuntamiento, o Rathaus, es algo que no se puede perder en esta época del año. Realmente es el mercado navideño que más nos gustó de todos, presidido por el enorme árbol de navidad frente al ayuntamiento.

Las paradas son muy variadas, había desde una parada entera de bolas de navidad hasta paradas de gorros de lana, papanoeles, dulces, tallas de madera, porcelanas, comidas de todos tipos, todo ello entre muchas luces

Pero la navidad no se vive sólo en la plaza principal, otras plazas de Viena, como la Karlsplatz, se llenan también de ambiente navideño para que los que asistan al concierto de primeros de año no lo olviden.

                                             Karlsplatz, iglesia de San Carlos Borromeo

Incluso el Palacio de Schönbrunn no es una excepción en este ambiente de Pascuas.

La conclusión es que no os debéis perder la Navidad en estos mercados de centroeuropa. La hemos vivido en Viena, Bratislava y Budapest, espero que pronto la vivamos en Berlín, Praga, Varsovia, Amsterdam y otras ciudades europeas.

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Los mercados de Navidad de Bruselas   y  Lieja